domingo, 14 de febrero de 2016

El Centro Botín que no fue

En 2011 el arquitecto genovés Renzo Piano presentó el primer proyecto para el Centro Botín. El edificio, de líneas rectas y duras, se habría ubicado en el emplazamiento actual de la Grúa de Piedra, habiendo tenido que desplazar ésta hacia el sur. Para salvar el tráfico rodado se planteaba una pasarela que partiera de los Jardines de Pereda hasta alcanzar el nuevo equipamiento. Este diseño recibió duras críticas debido a su fuerte impacto paisajístico, el desprecio por el patrimonio existente en el lugar y el difícil encaje del edificio en la ubicación elegida, que parecía responder únicamente a la cercanía de la sede del Banco Santander, cuyos volúmenes replicaba a manera de espejo. El proyecto fue radicalmente replanteado en los meses siguientes, trazándose uno de menores dimensiones, de líneas más orgánicas y desplazado hacia el sur, de manera que se respetaba la ubicación de la Grúa de Piedra y se minimizaba su impacto visual. Además, el nuevo proyecto trajo consigo el soterramiento del tráfico, consiguiendo una mayor integración del complejo en los jardines y desechando la pasarela.


lunes, 8 de febrero de 2016

Túnel peatonal entre la calle Vargas y la calle Castilla (2013)

Este proyecto abandonado es muy reciente. Hace menos de tres años, a finales de 2013, el Ayuntamiento anunció su intención de habilitar un túnel de tránsito peatonal entre la calle Vargas y la pasarela sobre las vías de tren que estaba construyéndose por entonces. El túnel habría comunicado de manera rápida y cómoda el barrio de Castilla-Hermida y la Alameda de Oviedo, dos zonas vecinas de complicada conexión debido al cerro de la calle Alta que se interpone entre ambas. Finalmente, el proyecto fue desechado por su elevado coste, optando en su lugar por un recorrido de rampas y escaleras mecánicas desde la calle Vargas hasta la calle Alta, conectando allí con los ascensores panorámicos que ascienden desde la nueva pasarela.


domingo, 31 de enero de 2016

Proyecto para Teatro de José Peterrade (1830)

En 1830 José Peterrade presentó este proyecto para la obtención del título de arquitecto. Se trata de un teatro para la ciudad de Santander.




Fuente: Sazatornil Ruiz, L. Arquitectura y desarrollo urbano de Cantabria en el siglo XIX. Universidad de Cantabria / Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria / Fundación Marcelino Botín, Santander, 1996.

domingo, 24 de enero de 2016

Proyecto para Aduana de Vicente de Unanue (1830)

En 1830 Vicente de Unanue presentó el siguiente proyecto para la obtención del título de arquitecto. Lleva por título "Casa Aduana con Intendencia y demás oficinas de Hacienda pública para el puerto habilitado de la Ciudad de Santander (plantas, fachada y sección)".



Fuente: Sazatornil Ruiz, L. Arquitectura y desarrollo urbano de Cantabria en el siglo XIX. Universidad de Cantabria / Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria / Fundación Marcelino Botín, Santander, 1996.

domingo, 17 de enero de 2016

Plan de Manuel Gutiérrez para la expansión de la ciudad (1853)

En 1853, Manuel Gutiérrez, Arquitecto Fontanero Municipal, planteó las directrices generales que, a su juicio, debían regir el crecimiento futuro de la ciudad, que en aquel momento se encontraba en pleno auge comercial gracias al tráfico de harinas y ya empezaba a extenderse hacia nuevas áreas. Comenzaban a realizarse por entonces los rellenos masivos de la bahía hacia el suroeste, donde habría de levantarse el Ensanche de Maliaño, actual barrio de Castilla-Hermida.

El Arquitecto Municipal presenta un desarrollo enfocado principalmente hacia el oeste de lo que era entonces Santander (fundamentalmente el casco histórico y el primer ensanche hacia el este), además de apuntar ya hacia las nuevas zonas de relleno sobre la Bahía al sur. Para vertebrar la ampliación de la ciudad hacia el oeste propone dos grandes avenidas centrales (1, véase el plano al final del texto): una, que ya estaba mayormente trazada y así ha llegado hasta ahora, prolongación de Atarazanas hasta Cuatro Caminos (por Becedo y las alamedas). Otra, paralela a ésta, desde la Plaza de los Remedios también hacia el oeste. Las dos avenidas se unirían entre sí en tres puntos, creando tres grandes plazas (2) (entre la Esperanza y Becedo, eliminando el Convento de San Francisco; al final del tinglado de cordelería, por la zona de Numancia; y a la altura del espacio semicircular que había junto a la Alameda, más o menos por Perines). Desde estas tres plazas subirían tres ejes menores (3), en zigzag, hasta el Paseo del Alta (actual Paseo del General Dávila).

Plantea también una circunvalación a media ladera (4) (con vistas sobre toda la ciudad y la bahía, dice) desde Molnedo hasta Cuatro Caminos, bajando luego por la loma de la Calle Alta hacia el sureste hasta alcanzar la nueva población que habría de edificarse sobre los terrenos de relleno. Esta circunvalación debería marcar aproximadamente el límite de expansión de la ciudad. En Molnedo, además, habla de construir una iglesia sobre el terreno del antiguo fuerte (donde ahora se encuentra el Colegio Público Menéndez Pelayo) tomando como modelo el Panteón de Roma.

Para conectar la ciudad con la nueva expansión al sur, sobre el relleno de la Bahía, habla de tres pasos: uno por el Muelle de las Naos, que ya existía y pretendía ampliar (5); otro a través de un túnel desde la zona de Becedo por debajo del cerro de Somorrostro (6) (más o menos el Pasaje de Peña actual); y otro por medio de una trinchera abierta desde la zona de Numancia (7), sobre la que pasaría la Calle Alta por un viaducto (también plantea la posibilidad de que sólo el comienzo y final sea trinchera y se deje la zona central como túnel). Desde las bocas tanto de la trinchera como del túnel subirían varias rampas (dos desde cada boca, ocho en total) para abrir la Calle Alta tanto hacia el norte como hacia el sur.

Y la guinda del pastel: no sólo se opone al relleno de la Dársena Chica y la Grande (en ese tiempo ya se proyectaban ambas actuaciones y estaba cercana la realización de la primera), sino que además propone que parta de allí un canal (8) que, subiendo por la nueva Avenida de Atarazanas, pase luego por la trinchera hacia el sur hasta desembocar de nuevo en la Bahía junto a la nueva población. Toma como modelo Rotterdam, dice.

La realidad fue después muy distinta. La inmensa mayoría de las líneas propuestas por Manuel Gutiérrez fueron desoídas, dando lugar a una ciudad muy distinta de la imaginada por él.

Algo así era su propuesta:


Fuente: Madariaga de la Campa, B. La vida en Santander a mediados del siglo XIX; con un informe del arquitecto Manuel Gutiérrez sobre el proyecto de reforma y ampliación de la ciudad. Tantín, Santander, 1984.

domingo, 10 de enero de 2016

Proyectos del PRC en las elecciones municipales de 2007

Durante la campaña de las elecciones municipales de 2007, Vicente Mediavilla manifestó la intención de llevar a cabo los siguientes proyectos en caso de que su formación, el Partido Regionalista Cántabro (PRC), llegara a gobernar. Finalmente, el Partido Popular obtuvo la mayoría absoluta y fue nombrado alcalde Íñigo de la Serna, quedándose estas propuestas en el cajón del Santander no construido. Destacaban en los proyectos de Mediavilla la retirada de las estaciones de tren hacia La Marga, la eliminación del paso de vehículos por Marqués de la Hermida, junto a la creación de un gran complejo comercial y de ocio en Varadero, y el soterramiento del trafico rodado en la calle San Fernando, permitiendo ampliar la Alameda y dejando sitio para una futurible red de tranvías.


lunes, 4 de enero de 2016

Proyectos fallidos para la parroquia de San Francisco

La antigua iglesia de San Francisco se encontraba situada en el lugar del actual Ayuntamiento, originalmente integrada en el convento dedicado al mismo santo. A finales del siglo XIX, con el derribo del convento y la construcción de la mitad occidental de la Casa Consistorial, se hizo necesario el traslado de la parroquia para completar la sede municipal con su otra mitad oriental. Se proyectó entonces la construcción de una nueva iglesia de San Francisco entre las calles de Jesús de Monasterio y de Fernández de Isla, cuyo diseño, de 1899, corrió a cargo de Valentín Ramón Lavín Casalís.


Las obras hubieron de pararse por problemas en la cimentación y falta de financiación. En 1936, durante la Guerra Civil, se derribó definitivamente la vieja parroquia, planteándose la construcción de una nueva ya acabada la contienda. El lugar elegido fue uno muy próximo al del antiguo convento, junto a la plaza de la Esperanza. Aunque la construcción que finalmente fue levantada se trató de un templo neoherreriano diseñado por Javier González de Riancho, también el arquitecto pontevedrés Antonio Palacios trazó un edificio en 1940 para el mismo lugar.


Fuentes: Alonso del Val, J. M., Aramburu-Zabala Higuera, M. A. y Sazatornil Ruiz, L. San Francisco, de convento a parroquia. Tantín, Santander, 1994 y Antonio Palacios: constructor de Madrid. La Librería, Madrid, 2001.